A día de hoy, no existe nadie en el mundo que esté contento con lo que tiene. Las personas somos seres que nunca estamos satisfechos y siempre queremos más, nos da igual tener que pasar por encima de alguien para conseguir nuestro objetivo.
Para ello, se utilizan varios métodos pero hoy voy a hablar de las críticas. ¿Porqué criticamos? Es simple. Por inconformismo. No estamos contentos con lo que tenemos y queremos más y más cada vez. Otro motivo es la envidia. Cuando deseamos algo y no podemos obtenerlo, tendemos a criticarlo, a despreciarlo para intentar hacer que nos disguste pero aún así nos sigue encantando.
Los humanos parecemos complejos por fuera, pero somo fáciles por dentro.
Yo mismo, me considero una persona demasiado inconformista y criticón, a veces me excedo de la ralla pero es mi forma de ser. En mi caso, no critico por envidia ni mucho menos, si no por pura rutina. Estoy acostumbrado a que no me agraden muchas de las cosas que me rodean y por ello critico, a veces demasiado.
Con esto quiero demostrar también que todos nos equivocamos, nadie es perfecto ni podrá serlo nunca, asi que habrá que aprender a vivir con lo que se tiene. Para los cristianos, hay un mandamiento en el que se dice que no codiciaras bienes ajenos, pero por lo que veo en el día a día, o no hay nadie cristiano o todos lo incumplen.
Debemos aprender a ser mejores personas, a convivir unos con otros sin tener que pelearnos por tonterías y aceptar que lo que tiene cada uno se lo ha ganado. Nadie tiene más por ser más codicioso si no por ser perseverante.
Persevera en tu empeño y hallarás lo que buscas, dijo Buda
